miércoles, 6 de noviembre de 2013

Quiero repetirme

Quiero repetirme
en un amanecer
en anocheceres que se diluyan en amaneceres posibles.

Quiero repetir el son donde las velas de noche bailaban
al ritmo de un oleaje espumoso,
donde las pistas melódicas son lunas y lunares.

Quiero repetirme entre la humedad,
en vapor,
con licor y en las miradas reflejos de Luna.

Quiero repetirme entera
sumergirme entre espumas de silencios y suspiros.
Saborear sin fin,
saborear la Luna luna
y las espumas espumas de sal,
entre letras y fuego
así quiero repetirme.

jueves, 24 de octubre de 2013

Su copa son caricias


A mis dos amores, a los arboles móviles dedico estas palabras:
Los hijos son como arboles móviles cuyas raíces se adhieren al pecho aunque después se desenraicen con los años.
Sus troncos cuyas estructuras aguardan en un hogar serán movibles con el transcurso y crecimiento; sus deseos, peticiones, y acciones de su presente los harán crecer lejos y cerca del pecho de una madre que no planta árboles en su huerto.
Una madre que planta arboles móviles es porque algún día sus troncos tendrán la movilidad de las hojas otoñales.
Sus frutos, las composiciones musicales, los dibujos y todas aquellas manifestaciones que brotan desde sus manitas e intelecto serán recuerdos como las marcas que se hunden en el tronco y cimbran en las raíces.

Sus copas serán la sombra para una madre como un recuerdo simbólico de una caricia eterna.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Noche sin bimbalete

Noche sin bimbalete

A veces no escribo trabajos lúcidos, a veces solo anestesio algunas ideas, eso sí, muchas veces calmo las ganas de la escritura con la lectura como si creara puentes que cobijan las ganas de subir y bajar por el bimbalete de la vida.

Soy una mujer con ganas de escribir versos. Últimamente traigo atorado un soneto que tiene su génesis y su muerte en el primer cuarteto. Pretendo clavar el alma en versos fenixianos sin tener certeza siquiera de que habrá un destinatario que se enllague al leer o se embalsame por un símbolo o figura de esas composiciones descompuestas.

La letra se volatiza por falta de lucidez que me provoca la embarazosa noche sin movimiento.

domingo, 6 de octubre de 2013

Hechicero de vuelos, frenos y desenfrenos

Hechicero de vuelos, frenos y desenfrenos

He muerto más de trescientas veces
renacido en sombras con las auroras
trago horas, vomito sombras
exprimo de vez en cuando desvergüences
porque me creo de las luciérnagas y mariposas.

Después de todo no todo es amor
antes de la conciencia hay que estar alerta
los rumores son ecos imprescindibles del intelecto sin clamor
que repiten el mismo dolor de los que aman a voz incierta.

Estamos rodeados de gente que no sabe amar
y terminamos siendo espejos, clones o replicas perfectas.

Las alas son para otra especie, pero soñamos con volar
soñamos con formas imperfectas,
los recuerdos son oleaje de vaivén multipolar
a veces con escollas o ruidos de brisas insurrectas,
pero no se encuentra, ni existe la arena que canta epistolar
ante una brisa que acaricia.
Todo esto es sueño de una leve caricia.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Cuentos para no dormir/Una breve reseña


Bajo la dirección de Luna Morena Taller Experimental de Títere, se presentó en el teatro del IMSS en Guadalajara Struwwelpeter (Pedro Melenas) obra que causó sorpresa por los símbolos análogos convencionales, por un lado las recomendaciones de los médicos, en particular a la visión de un especialista en pediatría y por otro el de los padres de familia que buscan la protección de aquellos niños que tienen comportamientos inadecuados.
Pero más que una visión de un pediatra a la antigua –literalmente correspondió a los años de 1845- el fabulador ilustra como los malos modales o comportamientos de niños pueden llevar consecuencias graves, para ello representan a una niña y a cinco niños: el goloso, el que no tenía apetito, el distraído, el desaseado el que se chupaba un dedo y la traviesa.
A pesar que la historia es aterrante por los desenlaces de cada uno de los pequeños, finales siniestros y traumatizantes, el manejo teatral permite cobijar con humor y enseñanza historias que seguramente en su literatura aconsejaban buenos modales.

Las sorpresas de los espectadores, se magnificaron con los desenlaces de los personajes, todos con final caótico. El entorno está cobijado de música, narración, movimientos de los títeres, coreografía, escenografía e historia que compaginaron en escena una grata ambientación entre sombras, oscuros y dos titiriteras que se ocultan tras overoles masculinos, ojeras prolongadas cuyo maquillaje acentúa la expresividad que encarnan historias alemanas.
Muchos elementos valiosos en la representación, se resalta el darle vida a lo inanimado, las titiriteras, ventrílocuas que con técnicas coordinadas en movimientos ofrecieron representar a niños que se sacuden, desploman, vuelan, queman o se hunden.



Los niños tienen advertencias morales, mi hijo, de cinco años disfrutó de los personajes y creo que nunca olvidará al que se chupa el dedo…

jueves, 5 de septiembre de 2013

Soy el árbol, fango de la flor y del fruto


Soy el árbol
Mi amor crece, como cuando crece un árbol que se planta, se cuida y se abona, como un árbol frutal que da además refugio a tu triste alma.

Cuando quieras venir a mí sólo tienes que cortar la fruta o aguardar bajo las hojas para alimentarte, descansar o cobijarte.

Me plantaste una mañana lluviosa, me cuidaste día a día sin darte cuenta que las raíces fueran brazos a tu sed y puentes a tu alma.
Tus palabras, eco de las ramificaciones que sostienen las hojas, palabras que se fueron haciendo oxígeno.
Así el oxígeno que venía de la fuente inagotable de tus palabras ayudó a que el fruto se embelleciera y a la par de las figuras literarias, inició el pacto entre la semilla y tu palabra.

Soy el árbol que no se corta, no se tala, ni se manda secar por encargo. Soy el árbol que cae ante la tormenta de tus ojos tristes, soy el árbol que cae cuando muere si no hay luz en tus ojos, soy el fango de la flor y del fruto si no tengo el oxígeno de tus palabras que se enraizaron a tu cuerpo de luz, de vida, de esperanza.

sábado, 31 de agosto de 2013

Muda, ciega y sorda

Muda, ciega y sorda

Surcarás la impaciencia en un llano harto de molinos, donde no se cabalga, ni se trepa, ni se corre porque hay arenas movedizas que despiertan moribundas ante la sombra de locuras.

Moverás tu alma con aletargados y suplicantes plegarias de imposibles que no redoblan a la espera, que no seden a los pliegos petitorios de una como yo, de una como yo que es sorda, muda y ciega ante ti.

Devastarás mis hojas en un sin perfume de pétalos incoloros antes de que llegue el amanecer, porque he dicho sí, a la funesta cotidianidad y seguiré sosegada ante el color del árbol, de sus hojas y de su sombra.
Recorrerás laderas y la corteza que no humearon ni tatuaron nunca tus líquidos para convertirme en la esclava voluntaria de su destino fatídico de mujer silente y doliente de una como yo.

Aturdirás la música que ya no sale del alma por estar en el lugar equivocado, en el tiempo incorrecto y en la morada inhabitable. Una como yo que dejó de escuchar los cantos de tu sonrisa y de tus labios cuya textura no recuerdo.

Enmudecerás ante mi ceguera, verás que se deja de espejear el retrovisor por no avanzar, que se deja de acelerar el latido en los sueños tejidos de un mundo que una como yo deja de soñar.

Atorarás y te atragantarás los posibles miedos de un final infeliz, aunque su final lo prescribí como una bruja maldita encarnecida en una cueva sin luz.

lunes, 26 de agosto de 2013

Prefiguro en candelas

Prefiguro en candelas

Deudora de angustias mustias
sin coartada, sin fin, sin puerto
llevó a su amor a una morada sin brisas
ni morada liberto.

Emprendió vuelo sin alas, sin él
y cayó en lo hondo de una herida
que no sana ni respira y hay hiel.
Cicatriza jadeante por una irreparable pérdida.

Deudora de promesas rotas y eximidas
ríe de sí, y llora por él y de sí,
deudora de su luz, de la ausencia de candelas
no puede sostener la palabra puesta en sí.

Los corazones ondulan
ramifican
prefiguran
esperan.

domingo, 11 de agosto de 2013

¿Ya no hay un Edén?

¿Por qué si hay infierno y cielo ya no hay un Edén?


Yo no quiero ni lo uno ni lo otro, quiero un principio contigo y más que un después, digamos algo así como un Paraíso en donde haya ríos para mojarnos, beber, refrescarnos y para vivir sin las sombras de los infiernos o de los a veces aburridos cielos.

Tú sabes que quiero una mañana contigo, un atardecer y también un anochecer; quiero una mirada, una sonrisa y no una lágrima que hable nuestro idioma sensorial sobre la despedida que deja la huella imborrable y la separación ineludible de un adiós.

Tú sabes qué es lo que quiero y aunque estés ecuánime, sabes que yo quiero transgredir tu pecho, sacarte ráfagas cuando me besas y olvidarme del pudor para saciarme en tus carnes desposeídas del vestir.

Tú sabes bien por qué te quiero y sabes que te quiero. ¿Cuánto te quiero? aún no lo sabes porque no cuantificarías las ausencias, los desvelos, la espera, ni los orgasmos que tengo por ti.

Y ahora te pregunto ¿por qué no hay un Edén para ti y para mí? Sí, un Edén para dos, en donde nos despojemos…Un paraíso en donde nos enjuagamos para no seguir bajo la niebla o bajo las sombras borrascosas de este infierno-cielo.

Y de tanto soñarte



Yo contaría los astros, las nebulosas, la arena del desierto o el mar
si hoy me pidieras tener un astro, una nebulosa o la arena sobre ti,
o si me solicitaras que detuviera el movimiento de la tierra,
haría un pacto con el innombrable…
con quien fuera
o con lo que sea,
por tal de concederte algún suspiro o deseo.

De tanto soñar se puede recoger el cielo y el infierno en una palabra
y de tanto soñarte convertiría en plata mi cueva,
el oro en mi techo
y el cobre en la plataforma secreta.

Resguardaría sueños y tiraría el cielo al infierno
o el infierno lo llevo al abismo por endulzar un momento,
un instante o un suspiro.
Y de tanto soñarte, quisiera envolverme en los no metales para fluir en los líquidos que desprendes
y refugiarnos en los caminos edificados de sollozos y placeres mortuorios.

Y de tanto soñarte, solo quisiera olvidarme de quién soy
y así puedas albergarme en ti…
después de que te embriagues del universo que no sueñas.
Para no enmudecer hay que olvidarse de sí de vez en cuando

Todo se pierde en la tierra

Todo se pierde en la tierra
Las ganas, las morcillas, las fortunas, las carnes, las enredaderas…

Todo se pierde en la tierra
El ímpetu, el entusiasmo, el sudor, las lágrimas, la sangre…
Todo se pierde en la tierra
Los laberintos, los gatos, los tesoros, los poetas

Todo se pierde en la tierra
Las aguas, el hombre, los sueños, tu nombre.

Todo se pierde en la tierra.

Actualizar

Quiero actualizarme
¿Qué haría?
Adentrarme a tu mirada
Desvanecerme en tus brazos
morder tus labios
tocarte sin llegar a empurarte
para estar al día con el Sol y la vida.

Necesito actualizar la sonrisa
la luz, la temperatura, la dilatación
el palpitar…
Necesito...Tú sabes, Amor, qué necesito.

INCIERTO


El alma parece cimbrarse ante el telón abierto
el miedo silencioso de un futuro atroz es agonía.


Es incierto el futuro,
los sueños de una mujer despierta hacen agujeros hondos en los miedos del otro,
él teme saltar al cielo para soñar
ella teme que las alas no levanten lo suficiente.



Ardemos de dentro afuera, de la misma forma: Lloramos.
El recuerdo no lo guarda todo,
los sueños son lisonjeros ante el ardor o el llanto.



En el cielo se sueña, en la tierra solo hay sueños
Así, descalza, desnuda, desgarrada en llanto, se sueña.